Aceptar o no el llamamiento. 2
No sé si será realmente la
cuestión, pero leyendo los artículos de Emmanuel, aun cuando ya no me
siento muy inclinado a sacar fechas o ahondar mucho en ellas (al menos
por ahora) como él lo hace, sentí curiosidad por hacerlo de nuevo, y
saber cuántos días han pasado desde la llamada celestial hasta la fecha
de la Conmemoración y es entonces que me di cuenta de varios aspectos
algo llamativos. Quiero compartirlo con ustedes.
Comenzando.
El interés personal por la "llamada celestial" empezó en 2011, ya había
sentido inclinación desde 2008-2009, pero sin mayores detalles.
En el 2011 tuve un papel en la Conmemoración, y cuando pasaban los
emblemas entre las personas a mí no me lo pasaron voluntariamente. Sin
embargo no me causaba ninguna extrañeza ya que se acomodaban muy cerca
de mí cada vez que pasaban el pan y el vino, de tal manera que estaba en
cercano contacto sobre todo con el vino, de modo que percibí su aroma y
color muy de cerca en todo lo que duró la Conmemoración y me empecé a
meditar profundamente en lo servido teniéndolo frente a mí por largo
tiempo. Esa Cena del Señor después sería el punto de partida de una
serie de eventos.
Desde ese día y durante los siguientes 7 días,
mi mente permaneció concentrada acerca de el significado profundo de la
Cena del Señor. Me causó algo de tristeza el que se hiciera una cena y
nadie comiera. Para mi empezó a verse como si hubiera un banquete y a
los invitados no se les permitiese tomar de la comida. Empecé a
considerar que tal vez, en verdad, la Conmemoración había perdido su
sentido original para transformarse en un rito solamente. Al
transformarse y verse como un rito, es obvio que para Jesucristo, esto
celebración no tendría la mayor importancia, por lo que consideré esto
como realmente grave si tal fuese el caso. Jesús dio el mandamiento de
comer y beber a sus discípulos, y bueno, si yo realmente no me considera
su discípulo entonces no debería de hacerlo.
Recordé que Pablo
explicó que era nuestro deber continuar con ello, pues manteniendo viva
esta sencilla cena, a través de las generaciones y milenios, cuantas
veces se comiera y bebiera (y no solo cuantas veces se observe pasar y
pan y el vino) se continúa "proclamando la muerte del Señor, hasta que
él llegue". Y bueno, llegué a la conclusión de que al no hacerlo yo,
realmente no estaba proclamando su muerte. Y mas aún, cada vez que pasa
delante de mi ¿realmente lo estoy rechazando? O ¿lo estoy posponiendo?
7 días después sentí la necesidad impuesta de responder a este llamado,
pues toda la vida consideré abiertamente que los humanos somos hijos de
Dios en un estado parecido al del hijo pródigo y en el momento en que
reconocemos a Dios como nuestro Padre nos sentimos impelidos a
considerarlo fraternalmente como nuestro Padre, nuestro causante de
existencia, y él no es malo para no considerarnos como sus hijos al
habernos arrepentido de nuestras transgresiones. De modo que ya no somos
extraños para con Él, sino al igual que el Mesías somos sus hijos, y de
hecho por medio de su sacrificio se nos constituye hermanos de él.
Jesucristo llamó hermanos a todo aquel que hace la voluntad de su Padre,
y los abrazó como tales. Me pregunté ¿no hago la voluntad de Dios? Tal
vez no como quisiera, pero debo continuar “forzando la puerta” tocando
“hasta que se me abra”, ¿no es así?
Curiosamente, para mí, esa
Conmemoración, la más significativa de mi vida hasta el momento, sería
la última Cena del Señor organizada como rito, desde mi opinión
personal, a la cual asistiría, pues mi conciencia no me permitiría más
presentarme a la Cena sin participar. Por supuesto permanezco activo en
todo lo demás, pero el hecho de no asistir a fecha tan importante
entristeció a mi familia, al menos por un tiempo, pues ellos me veían
como con falta de fe de mi parte en el sacrificio de Jesucristo. Sin
embargo, yo les comentaba que no era por falta de fe, sino todo lo
contrario, pues en mi se empezó a gestar una crisis de conciencia entre
obedecer el mandato de Jesús de observar como es debido la Cena de su
recuerdo o solamente verlos pasar de nuevo ante mis ojos como si los
rechazara. Para mí era inconcebible, inaceptable, y hasta podría haberme
vuelto (pensaba) una "piedra de tropiezo para muchos" al comer y beber
delante de ellos.
Pasaron esos meses con relativa tranquilidad.
Luego, pase por una "muerte espiritual" con su respectiva
"resurrección", afortunadamente y por ello doy gracias a Dios,
específicamente el 7 de Septiembre de 2011 y 11 de Septiembre de 2011
respectivamente. Doy las fechas porque eso es lo curioso y lo que quiero
compartir con usted en esta entrada. En ese momento, ese día, el 11 de
Septiembre, ese día obtuve mi confirmación, mis oraciones habían sido
respondidas. Por supuesto, los detalles para fines de este escrito los
omito por el momento, de lo contrario esto no lo terminaré en el tiempo
previsto que tengo.
Desde ese día, fue un proceso de aceptación
gradual que comenzaría primero con aceptarme a mi mismo, y luego con
hacer algunos ajustes a mi vida. Días después vendría sin haberlo
previsto un periodo de prueba terrible, tanto, que aun lidio con ello
cada día, y 3 días después estuve casi a punto de desfallecer, sin
embargo, gracias a YHWH no me quedé ahí.
Luego, el 21 de Octubre
de 2011, para completar, y por si no era suficiente, se formó un Comité
Judicial en mi contra, por mantenerme firme en lo que conocía y
entendía, de lo cual entendía y declaraba por el momento privadamente,
pero cosas de las cuales algunas llegaron a oídos de los ancianos de la
congregación, y en el momento, no me supieron comprender o al menos
tolerar.
Días después decidieron (sobre mi fé) que no debería
comentar a nadie lo que pensaba ni creía dejándome atado de brazos, pies
y boca, lo cual me hizo tropezar un tiempo.
Regresando, el
asunto es que como comenté al principio, se me ocurrió jugar con esas
fechas y resulta inquietante que el punto de partida haya sido 7 días
después de la Conmemoración, es decir, 7 días después de haber
participado involuntariamente del vino (como mencionan algunos), o mas
bien después de haber meditado profundamente en la Cena del Señor. Ese
día fue 24 de abril de ese año, desde ese año ya no he "probado" pan ni
vino, ni he asistido a la Conmemoración por lo anteriormente expuesto.
Recientemente me decidí a participar, y he estado haciendo diversas
actividades desde entonces, cuyas fechas, también son curiosas, sin
embargo, no las mencionaré por el momento, por razón de que hace
demasiado largo este escrito. A Emmanuel, que aunque no nos conocemos
mucho, de hecho, le consta que no me gustan mucho estos movimientos de
fechas, y de hecho a los que me conocen personalmente también les
consta.
La fecha de Conmemoración de 2015 es el viernes 3 de
abril. Desde el 24 de abril de 2011 hasta esa fecha hay 1440 días (¿4
tiempos?). ¿Que significa? Tal vez nada.
Desde esa misma fecha
hasta el 11 de septiembre de 2011 hay 140 días, el momento de la
“muerte” y "resurrección espiritual". Fueron 40 días después cuando se
formó el Comité Judicial que juntos, es decir, desde 24 de Abril de 2011
hasta el 21 de Octubre de 2011 son 180 días (¿medio tiempo?).
Desde que se formó el Comité Judicial hasta la fecha he estado sometido a
"juicio" en la congregación constantemente, algo que me entristece
enormemente en ocasiones, pero aun continúo. A pesar de estar
convencido, no he participado de los emblemas, pero, desde hace unos
días estoy convencido de que no debo demorarlo más. Sin embargo, aunque
eso es importante, lo mas importante es seguir haciéndonos receptivos a
seguir haciendo la voluntad de Dios.
Desde la formación del
comité judicial hasta el 3 de abril de 2015 son 1260 días (3 tiempos y
medio). Días en los que se me habrá suprimido para que no "peque contra
Dios". De alguna manera siento como si se interpusieran entre mí y una
puerta. Aún asi, por algún motivo no pienso hacerlo antes. También, noté
que desde el 24 de abril de 2011 hasta el 3 de abril de 2015 (La
Conmemoración) son 1440 días, los 4 tiempos.
Si eso es cierto,
entonces los días que vienen después de esa fecha, es más que obvio que
serán difíciles, específicamente los 1290 y 1335 días, respectivamente,
después de ser sometido, pienso, ahora si, a juicio.
Esto, de no
ser solo "coincidencias", que así las considero por el momento, por
supuesto que sería extensivo a muchas otras personas, que después de la
Conmemoración de 2011, se pudieran haber visto en una situación similar.
También es extensivo a otros años (2012, 2013, etc) y años anteriores
(2010, 2011) pudiera ser. Si encuentra algo más, le suplico lo comparta
con su servidor.
By anthony faruk -