jueves, 20 de abril de 2017

Aceptar o no el llamamiento. 2

                                 

No sé si será realmente la cuestión, pero leyendo los artículos de Emmanuel, aun cuando ya no me siento muy inclinado a sacar fechas o ahondar mucho en ellas (al menos por ahora) como él lo hace, sentí curiosidad por hacerlo de nuevo, y saber cuántos días han pasado desde la llamada celestial hasta la fecha de la Conmemoración y es entonces que me di cuenta de varios aspectos algo llamativos. Quiero compartirlo con ustedes.
Comenzando.
El interés personal por la "llamada celestial" empezó en 2011, ya había sentido inclinación desde 2008-2009, pero sin mayores detalles.
En el 2011 tuve un papel en la Conmemoración, y cuando pasaban los emblemas entre las personas a mí no me lo pasaron voluntariamente. Sin embargo no me causaba ninguna extrañeza ya que se acomodaban muy cerca de mí cada vez que pasaban el pan y el vino, de tal manera que estaba en cercano contacto sobre todo con el vino, de modo que percibí su aroma y color muy de cerca en todo lo que duró la Conmemoración y me empecé a meditar profundamente en lo servido teniéndolo frente a mí por largo tiempo. Esa Cena del Señor después sería el punto de partida de una serie de eventos.
Desde ese día y durante los siguientes 7 días, mi mente permaneció concentrada acerca de el significado profundo de la Cena del Señor. Me causó algo de tristeza el que se hiciera una cena y nadie comiera. Para mi empezó a verse como si hubiera un banquete y a los invitados no se les permitiese tomar de la comida. Empecé a considerar que tal vez, en verdad, la Conmemoración había perdido su sentido original para transformarse en un rito solamente. Al transformarse y verse como un rito, es obvio que para Jesucristo, esto celebración no tendría la mayor importancia, por lo que consideré esto como realmente grave si tal fuese el caso. Jesús dio el mandamiento de comer y beber a sus discípulos, y bueno, si yo realmente no me considera su discípulo entonces no debería de hacerlo.
Recordé que Pablo explicó que era nuestro deber continuar con ello, pues manteniendo viva esta sencilla cena, a través de las generaciones y milenios, cuantas veces se comiera y bebiera (y no solo cuantas veces se observe pasar y pan y el vino) se continúa "proclamando la muerte del Señor, hasta que él llegue". Y bueno, llegué a la conclusión de que al no hacerlo yo, realmente no estaba proclamando su muerte. Y mas aún, cada vez que pasa delante de mi ¿realmente lo estoy rechazando? O ¿lo estoy posponiendo?
7 días después sentí la necesidad impuesta de responder a este llamado, pues toda la vida consideré abiertamente que los humanos somos hijos de Dios en un estado parecido al del hijo pródigo y en el momento en que reconocemos a Dios como nuestro Padre nos sentimos impelidos a considerarlo fraternalmente como nuestro Padre, nuestro causante de existencia, y él no es malo para no considerarnos como sus hijos al habernos arrepentido de nuestras transgresiones. De modo que ya no somos extraños para con Él, sino al igual que el Mesías somos sus hijos, y de hecho por medio de su sacrificio se nos constituye hermanos de él. Jesucristo llamó hermanos a todo aquel que hace la voluntad de su Padre, y los abrazó como tales. Me pregunté ¿no hago la voluntad de Dios? Tal vez no como quisiera, pero debo continuar “forzando la puerta” tocando “hasta que se me abra”, ¿no es así?
Curiosamente, para mí, esa Conmemoración, la más significativa de mi vida hasta el momento, sería la última Cena del Señor organizada como rito, desde mi opinión personal, a la cual asistiría, pues mi conciencia no me permitiría más presentarme a la Cena sin participar. Por supuesto permanezco activo en todo lo demás, pero el hecho de no asistir a fecha tan importante entristeció a mi familia, al menos por un tiempo, pues ellos me veían como con falta de fe de mi parte en el sacrificio de Jesucristo. Sin embargo, yo les comentaba que no era por falta de fe, sino todo lo contrario, pues en mi se empezó a gestar una crisis de conciencia entre obedecer el mandato de Jesús de observar como es debido la Cena de su recuerdo o solamente verlos pasar de nuevo ante mis ojos como si los rechazara. Para mí era inconcebible, inaceptable, y hasta podría haberme vuelto (pensaba) una "piedra de tropiezo para muchos" al comer y beber delante de ellos.
Pasaron esos meses con relativa tranquilidad. Luego, pase por una "muerte espiritual" con su respectiva "resurrección", afortunadamente y por ello doy gracias a Dios, específicamente el 7 de Septiembre de 2011 y 11 de Septiembre de 2011 respectivamente. Doy las fechas porque eso es lo curioso y lo que quiero compartir con usted en esta entrada. En ese momento, ese día, el 11 de Septiembre, ese día obtuve mi confirmación, mis oraciones habían sido respondidas. Por supuesto, los detalles para fines de este escrito los omito por el momento, de lo contrario esto no lo terminaré en el tiempo previsto que tengo.
Desde ese día, fue un proceso de aceptación gradual que comenzaría primero con aceptarme a mi mismo, y luego con hacer algunos ajustes a mi vida. Días después vendría sin haberlo previsto un periodo de prueba terrible, tanto, que aun lidio con ello cada día, y 3 días después estuve casi a punto de desfallecer, sin embargo, gracias a YHWH no me quedé ahí.
Luego, el 21 de Octubre de 2011, para completar, y por si no era suficiente, se formó un Comité Judicial en mi contra, por mantenerme firme en lo que conocía y entendía, de lo cual entendía y declaraba por el momento privadamente, pero cosas de las cuales algunas llegaron a oídos de los ancianos de la congregación, y en el momento, no me supieron comprender o al menos tolerar.
Días después decidieron (sobre mi fé) que no debería comentar a nadie lo que pensaba ni creía dejándome atado de brazos, pies y boca, lo cual me hizo tropezar un tiempo.
Regresando, el asunto es que como comenté al principio, se me ocurrió jugar con esas fechas y resulta inquietante que el punto de partida haya sido 7 días después de la Conmemoración, es decir, 7 días después de haber participado involuntariamente del vino (como mencionan algunos), o mas bien después de haber meditado profundamente en la Cena del Señor. Ese día fue 24 de abril de ese año, desde ese año ya no he "probado" pan ni vino, ni he asistido a la Conmemoración por lo anteriormente expuesto.
Recientemente me decidí a participar, y he estado haciendo diversas actividades desde entonces, cuyas fechas, también son curiosas, sin embargo, no las mencionaré por el momento, por razón de que hace demasiado largo este escrito. A Emmanuel, que aunque no nos conocemos mucho, de hecho, le consta que no me gustan mucho estos movimientos de fechas, y de hecho a los que me conocen personalmente también les consta.
La fecha de Conmemoración de 2015 es el viernes 3 de abril. Desde el 24 de abril de 2011 hasta esa fecha hay 1440 días (¿4 tiempos?). ¿Que significa? Tal vez nada.
Desde esa misma fecha hasta el 11 de septiembre de 2011 hay 140 días, el momento de la “muerte” y "resurrección espiritual". Fueron 40 días después cuando se formó el Comité Judicial que juntos, es decir, desde 24 de Abril de 2011 hasta el 21 de Octubre de 2011 son 180 días (¿medio tiempo?).
Desde que se formó el Comité Judicial hasta la fecha he estado sometido a "juicio" en la congregación constantemente, algo que me entristece enormemente en ocasiones, pero aun continúo. A pesar de estar convencido, no he participado de los emblemas, pero, desde hace unos días estoy convencido de que no debo demorarlo más. Sin embargo, aunque eso es importante, lo mas importante es seguir haciéndonos receptivos a seguir haciendo la voluntad de Dios.
Desde la formación del comité judicial hasta el 3 de abril de 2015 son 1260 días (3 tiempos y medio). Días en los que se me habrá suprimido para que no "peque contra Dios". De alguna manera siento como si se interpusieran entre mí y una puerta. Aún asi, por algún motivo no pienso hacerlo antes. También, noté que desde el 24 de abril de 2011 hasta el 3 de abril de 2015 (La Conmemoración) son 1440 días, los 4 tiempos.
Si eso es cierto, entonces los días que vienen después de esa fecha, es más que obvio que serán difíciles, específicamente los 1290 y 1335 días, respectivamente, después de ser sometido, pienso, ahora si, a juicio.
Esto, de no ser solo "coincidencias", que así las considero por el momento, por supuesto que sería extensivo a muchas otras personas, que después de la Conmemoración de 2011, se pudieran haber visto en una situación similar. También es extensivo a otros años (2012, 2013, etc) y años anteriores (2010, 2011) pudiera ser. Si encuentra algo más, le suplico lo comparta con su servidor.
By anthony faruk -